“Dancing is the vertical expression of a horizontal desire”
George Bernard Shaw
George Bernard Shaw
Para muchos la música no es música si no está acompañada de algún tipo de danza o baile. Según la RAE, bailar es “ejecutar movimientos acompasados con el cuerpo, brazos y pies”. Acompasados con la música, se entiende, aunque uno se encuentra por el mundo verdaderos maestros de la danza desacompasada, e incluso (lo que ya está al alcance de muy pocos) acompasada con otro compás totalmente distinto al de la canción en cuestión…
Personalmente me encantan todos aquellos temas que poseen esa capacidad casi fantasmagórica de hacer que nuestros pies se despeguen inconscientemente del suelo. Incluso para un bailarín tímido y patoso (el segundo adjetivo explica el primero) como servidor, las canciones que incitan al baile tienen una especie de magia singular.
Eso sí, como en el mundo en que vivimos está todo inventado, existen canciones fabricadas con pack especial de regalo, que incluye baile diseñado ad hoc. Una de las primeras fue la Yenka, cuya antológica contraportada de single (en la foto, gracias al inagotable archivo de The Fool on the Hill) proporcionaba instrucciones precisas para el bailecito. La verdad es que, como todo lo nuevo, tenía su gracia. Ahora bien, los problemas empiezan cuando este tipo de canciones se multiplican con una rapidez superior a la de un Gremlin en una piscina. Y, de acuerdo con el teorema de Racoon, la calidad de un tema es inversamente proporcional a la probabilidad de que tenga baile incorporado. Ahí están los ejemplos: “Saturday night”, “No rompas más mi pobre corazón”, “Aserejé”, etc., etc.
Cierto es que algunos de estos bailes prefabricados tienen su punto de diversión. Incluso algunos intérpretes han creado bailes para la historia, como el gran Travolta (capaz de hacer una comedia de sí mismo en la mítica escena de Pulp Fiction). Pero qué quieren que les diga, hay cosas que no pueden ser. Cuando veo en la tele a esa niñita berreando eso de “antes muerta que sencilla” tengo que reprimirme para no desearle la más absoluta sencillez……
Personalmente me encantan todos aquellos temas que poseen esa capacidad casi fantasmagórica de hacer que nuestros pies se despeguen inconscientemente del suelo. Incluso para un bailarín tímido y patoso (el segundo adjetivo explica el primero) como servidor, las canciones que incitan al baile tienen una especie de magia singular.
Eso sí, como en el mundo en que vivimos está todo inventado, existen canciones fabricadas con pack especial de regalo, que incluye baile diseñado ad hoc. Una de las primeras fue la Yenka, cuya antológica contraportada de single (en la foto, gracias al inagotable archivo de The Fool on the Hill) proporcionaba instrucciones precisas para el bailecito. La verdad es que, como todo lo nuevo, tenía su gracia. Ahora bien, los problemas empiezan cuando este tipo de canciones se multiplican con una rapidez superior a la de un Gremlin en una piscina. Y, de acuerdo con el teorema de Racoon, la calidad de un tema es inversamente proporcional a la probabilidad de que tenga baile incorporado. Ahí están los ejemplos: “Saturday night”, “No rompas más mi pobre corazón”, “Aserejé”, etc., etc.
Cierto es que algunos de estos bailes prefabricados tienen su punto de diversión. Incluso algunos intérpretes han creado bailes para la historia, como el gran Travolta (capaz de hacer una comedia de sí mismo en la mítica escena de Pulp Fiction). Pero qué quieren que les diga, hay cosas que no pueden ser. Cuando veo en la tele a esa niñita berreando eso de “antes muerta que sencilla” tengo que reprimirme para no desearle la más absoluta sencillez……
4 comentarios:
A mí, personalmente, me parece que esos bailes prefabricados se inventaron únicamente para los guateques "de aquella" y las bodas, donde los patosos a los que aludes (entre los que me incluyo, y en los primeros puestos)se camuflan entre los menos ortopédicos y los viejiños se les suman en una especie de lifting musical (son los mejores).
Porque bailar bailar, es otra cosa: requiere a un nacho y una nacha bien cerquita y agarrados; si no es una mariconada.
Bailar es el tango de "Esencia de mujer". Y a Coyote Dax que le vayan dando...
Te mango la afoto.
Y lo peor es que hay locales donde solo ponen música "para bailar", que es casi sinónimo de "para no escuchar". Cada vez es mas difícil encontrar sitios para escuchar buena música; los que no bailamos somos legión y seguimos condenados a la ley de Shakira y Chayanne.
Comment for Rocky: estoy de acuerdo con tu opinión pero creo que la forma de expresarla es adecuada en fondo pero no en forma. Una vez me dijeron que si Zara se iba al pique el país también; con tantas tías buenas por la calle los obreros no se concentrarían y construirían mal, si se construye mal no se compran casas, si no se compran casas la economía se resiente...donde se pondrían a currar entonces??? pues por la experiencia como camareras y no mucho más, ¿qué haría entonces el aforo masculino español? pues tirarnos todo el día en el bar babeando sin acudir a currar y entonces...productividad a tomar por culo...
Lo que quiero decir es que el pack canción/baile/prefabricado y los garitos que la ponen no son tan malos en su ración justa. Después de todo este tipo de música es la que reune a esas tías del zara por las noches (cosa que no ocurre en los garitos con buena música) y como he dicho anteriormente, más nos vale tener contentas a las tías del Zara que son el mayor peligro para nuestra economía después de los chinos.
Abstente de tener en cuenta mis comentarios para el rating........
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