
Ronald Reagan
Dentro del mundo de la música, hay pocas cosas que lleven mi sangre a ebullición con mayor rapidez que los músicos reconvertidos en politicuchos. No me refiero a artistas que hayan decidido dedicarse a la profesión política –allá ellos-, sino a los sujetos y sujetas que se piensan que por estar en un escenario delante de miles de personas no sólo tienen derecho a expresar sus convicciones políticas, sino también que los mortales que se encuentran frente al escenario están interesadísimos en dichas convicciones.
De este modo, nos topamos con personajes como Ana Belén y Víctor Manuel (los comunistas más famosos de La Moraleja), Sabina (tan buen letrista como políticamente pesado) y tantos otros (no sigo para evitar el riesgo de que algún lector, en un exceso de talante, me denuncie por fascista). Este tipo de delirios de grandeza política llega a afectar incluso a figuras de la categoría de Bono (U2), reconvertido en demagogo embajador mundial de la pazzzz, la solidaridazzzz y el buen rollito entre civilizaciones.
Sea como fuere, los principios fundamentales de la libertad de expresión permiten a los artistas ser todo lo plomos que deseen en la manifestación de sus ideas políticas. En la mano del público está el hacerles más o menos caso. Ahora bien, esta libertad de expresión termina donde empiezan las leyes.
El pasado fin de semana tuvo lugar en Ferrol el concierto de un grupo cuyas letras hacen clara apología del terrorismo, vitoreando a ETA y afirmando que la organización es “la fuerza del pueblo”. Con independencia de las responsabilidades que tenga que asumir tanto el grupo en cuestión como el ayuntamiento que lo contrató (recordemos que el enaltecimiento del terrorismo es un delito tipificado en nuestro Código Penal), dos cosas fueron las que me causaron más estupor: por un lado, el absoluto silencio de los medios de comunicación locales al respecto (imagino que se les habrá pasado la noticia, dado el tremendo ajetreo informativo que caracteriza al mes de agosto); por otro, el descubrir que son muchas las personas que defienden la actuación del grupo, alegando que debe respetarse la “libertad de expresión”, y asociando cualquier denuncia a las maniobras electoralistas de la “derecha extrema”. Mal vamos si no somos capaces de estar de acuerdo en algo tan elemental.
Vaya desde el Jardín de hoy la más absoluta repulsa hacia los indeseables que utilizan la música para tan indigno –o más bien inadmisible- fin, así como hacia los gobernantes que fomentan estos deplorables espectáculos. El pasado sábado fue un día triste para Ferrol, sin duda.
9 comentarios:
norma duval, julio iglesias... sí, son un montón
Sin duda. No importan los colores.
Un poco de variedad para el jardin: "himesh-reshammiya". Ultimo exito al nordeste de la India
Pues sí,hay que diferenciar entre libertad de expresión y apología del terrorismo con el menosprecio de las victimas que conlleva.Lo peor de todo es utilizar los fondos públicos para financiar esta clase de eventos
Es una auténtica lástima que se confunda el progresismo -de progresar ¿no?- con la aceptación de todo lo que nos echen. No es cuestión de buenos y malos, sino de que hay cosas que son buenas y malas objetivamente, y eso debería estar por encima de cualquier ideología. Desgraciadamente, en este país que se considera tan democrático y tan adelantado, eso siempre se nos ha dado mal, antes por una vertiente y ahora por la otra. Y utilizar la notoriedad alcanzada por otras razones -la música o cualquier otra- para hacer política es francamente triste y, en este caso, denigrante.
Pues así nos luce el pelo en Ferrol. Espero que Banda Bassotti y el discurso que nos ofreció Luis Pastor sean solo el comienzo. Me parece que la misma concejalía va a organizar en breves un concierto en solidaridad con el pueblo cubano, con pregón de su camarada Gaspar Llamazares, aunque es muy posible que lo haya soñado...
Como siempre, la libertad de los que piensan diferente a uno es la que menos importa, no es necesario que la recuperen. No sé por qué si hablas de la libertad del pueblo chileno en tiempos de Pinochet eres solidario, y si hablas de la libertad del pueblo cubano eres un fascista. Si alguien me lo puede explicar se lo agradezco.
Te lo explico yo encantada: porque en este mundo de gilipollas en que vivimos la izquierda siempre es buena, aunque sea extrema, y la derecha siempre es mala, aunque sea moderada. Tócate el níspero con el racionalismo.
Señor, escribiente. La verdad es que haces muy bien en no sacar temas polítocos porque como he podido leer la gente está muy crispada. Que cada uno defienda sus ideas, sea músico o jardinero y punto. Y sobre lo de si hay buenos y malos... Me parece demagogia.
Con dios
Que conste en acta que "Banda Basotti", de los que nada sé y nada me importan, tienen a sus espaldas un largo historial de conciertos en España sin que hasta el momento nadie dijese nada de nada. El verano pasado, por ejemplo, actuaron en Valencia, porque la señora Rita Barberá (del PP, como sabéis, el mismo partido que ahora encabezó las protestas) decidió que los dineros públicos sí podían pagarles.
Creo que estos tíos no son más que un grupillo más con las ideas muy a medio hacer, como tantos otros. Y aun encima son italianos; con lo que la idea sobre lo del País Vasco que tendrán será como será, que la BBC, sin ir más lejos, ya visteis el trato que dispensó en su día a ETA.
Creo que en este caso, porque interesaba, y con toda la hipocresía y el oportunismo del mundo, se ha agitado el fuego mediático (AVT incluida), a ver si se quemaba a alguien.
Por lo demás, estoy totalmente de acuerdo con que hay un doble rasero a la hora de juzgar tiranías y libertades, según se identifiquen con la izquierda o con la derecha.
Un abrazo a todos.
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